La propuesta del mandatario Andrés López Obrador de una nueva reforma energética prevé la desaparición de los Certificados de Energías Limpias para generadores públicos y privados.
En la iniciativa entregada a la Cámara de Diputados se argumenta que tales certificados se han convertido en un negocio.
Dicha eliminación se contempla en el segundo artículo transitorio de la iniciativa de reforma constitucional, en el que también se presume la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El texto detalla que en la legislación actual, los suministradores de energía deben cumplir con un mínimo porcentaje de energía eléctrica proveniente de energías limpias.
Los generadores de éstas reciben de la Comisión Reguladora de Energía un certificado por cada MWh de energía inyectada al sistema.
Dichos certificados, que debe adquirir la Suministradora de Servicios Básicos de la CFE, representan un ingreso adicional para los generadores privados, un recurso extra a su venta de energía, aclara.
«Los generadores que producen energía a partir de fuentes convencionales deben adquirir certificados de otros generadores de energías limpias para cumplir con el 10.9 por ciento mínimo actual».
La propuesta argumenta que la Comisión Federal de Electricidad fue excluida de ese ingreso, a pesar de que sus centrales generan el 55 por ciento de la energía limpia del País.
«Se le ordenó además no participar en las subastas de Largo Plazo de energías limpias», destaca el Presidente en los considerandos de la reforma eléctrica que presentó.
Agrega que la Comisión Federal de Electricidad ha pagado 6 mil 159 millones de pesos a los generadores privados de esas subastas.
«Estos ingresos representan el 46.4 por ciento de su inversión inicial a lo largo de 20 años.
«Otro subsidio de CFE y el pueblo de México a estas empresas».