Ya hace un poco más de 10 años la salud de población del territorio de La Laguna conformada por municipios vecinos de Durango y Coahuila fue afectada por el agua contaminada de arsénico, esto gracias a la sobre explotación de los mantos acuíferos, que convirtieron a este territorio en uno de los de mayor incidencia de c4nc3r en chicos y adultos.
Frente al reclamo histórico de la población lagunera, el Gobierno de México impulsa una de las obras de infraestructura hidráulica más relevantes del sexenio: “Agua Saludable para La Laguna”.
Para esta obra se proyecta una inversión mayor a los 10 mil millones de pesos, y se busca aprovechar los escurrimientos del Flujo del río Nazas para proveer de agua potable a un millón 650 mil pobladores de 4 municipios de Durango y 5 de Coahuila.
Además, es considerada la cancelación de 160 pozos con elevados niveles de arsénico y que agotarían el acuífero en un máximo de 36 años. Asimismo, involucra la reparación de todo el sistema de líneas de agua en pueblos y localidades de los 9 municipios, lo cual evitará fugas y desperdicio.
No obstante, por impresionante que parezca, pese a la disposición del mandatario Andrés Manuel López Obrador para poner fin a este grave problema, con un plan y recursos accesibles para concluir la obra en este sexenio, existe oposición. Equipos de ecologistas y agricultores han promovido amparos para impedir la construcción de esta obra.
En una democracia hay libertad de disentir. Pero en esta situación hay un claro sabotaje.
El mandatario, en su última visita a la Comarca Lagunera, reconoció que hay opositores legítimos, puesto que es usual que exista desconfianza por la vivencia con el antiguo régimen de corrupción y privilegios donde era común que los allegados al poder acapararan el agua y dejaran desprovista a la población… ¿Podrá terminar esta gran obra?