De acuerdo con el decreto emitido por el Presidente Andrés Manuel López Obrador a finales del año pasado, con el que se pretende prohibir para 2024 tanto el glifosato como el maíz transgénico para consumo humano, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) rechazó por primera vez autorizar para su importación, distribución y utilización, una nueva variedad de maíz transgénico.
Esto fue informado por Juan Cortina, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), organismo agroindustrial dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y que aglutina a los importadores de este tipo de semillas, entre otros.
Y es que México nunca ha permitido el cultivo a escala comercial de maíz transgénico, pero durante los gobiernos anteriores permitió la importación de estas variedades, en su mayoría procedentes de agricultores estadounidenses y utilizadas mayoritariamente para alimento de ganado, así como diferentes usos industriales.
Entre los que se cuenta están las de fabricación de cereales para consumo humano, lo que hace necesario que la Cofepris apruebe cada nueva variedad desarrollada por empresas fabricantes de semillas antes de que se puedan importar los cultivos obtenidos a partir de ellas.
A finales de agosto la Cofepris determinó que la nueva variedad de maíz transgénico solicitada por la empresa farmacéutica y de cultivos alemana Bayer estaba diseñada para tolerar el herbicida glifosato.
Además también añadió que consideraba p3l!gros4 la sustancia ampliamente utilizada y dijo que su rechazo se basaba en un “principio de precaución”.
Ante esto, el organismo que congrega a las empresas del ramo, Juan Cortina, dijo en una entrevista que los importadores mexicanos de maíz comenzarán a sentir el impacto del rechazo tan pronto como el próximo año:
“Ahí hay ya un primer obstáculo, que no es inmediato, pero que ahí va a venir”, dijo, añadiendo que existen otros siete permisos pendientes de semillas de maíz transgénico que llevan entre 14 y 34 meses esperando resolución.